JUSTO SUÁREZ, EL PRIMER ÍDOLO DEL BOXEO NACIONAL
Cuando se menciona el
nombre de Justo Suárez se asemeja inmediatamente con la palabra ídolo. Porque
este boxeador nacido el 25 de enero de 1909 en el barrio de Mataderos (en la
calle Guaminí 2740) fue el primer boxeador que la gente sintió como tal. Lo
amaban. Dentro y fuera del ring.
Ya a los nueve años comenzó a trabajar y lo
hacía en el Mercado de Hacienda de Liniers, ganando diez centavos de la época
al llenar cada talos con grasa liviana que bajaba de los canales de los
mataderos. Años más tarde pasaría como ayudante en el desarrollador en el
matarife de Barreta y Mazzoni.
En el año 1924 comenzaría a subirse a los
rings como boxeador aficionado en el Torneo Ciudad de Buenos Aires en el que se
consagra como campeón novicio dentro de la categoría mosca. Transcurrido el
tiempo, Suárez llegaría a conquistar otros títulos como el de Campeón de
Veteranos (logrado en dos ocasiones), Campeón Argentino y otros dos como
Campeón Sudamericano (la primera en 1926 en la categoría pluma en la Ciudad de
Buenos Aires y la segunda, un año después en Chile y en categoría liviano). El
4 de febrero de 1928 realiza su última pelea en el campo amateur enfrentando a
Juan Aldrovandi en el Parque Romano y se impuso por puntos luego de disputados
cinco asaltos.
De la mano de Diego Franco como entrenador
debuta en el campo profesional el 19 de abril de 1928 enfrentando a Ramón Moya
en el Parque Romano e imponiéndose por la vía categórica en el segundo asalto.
Ese año ganaría todas las peleas que disputó antes del límite figurando entre
sus víctimas Pietro Bianchi (28 de julio, GKOT 8), Julián Mallona (29 de septiembre,
GKO 7) y Fernando Marfut (7 de diciembre, GKOT 11). En 1929 disputaría ocho
combates de los cuales ganó siete (cuatro por puntos) y uno quedó sin decisión
(ante Vittorio Venturi en el viejo Estadio de River Plate). Entre los vencidos
por Suárez ese año se encuentra quien fuera campeón uruguayo Julio César
Fernández (9 de marzo, GPTS 12).
Un año después luego de ganarles a Hilario
Martínez en el Luna Park (KOT 5) y a Babe Herman (KO 1) tendría su
enfrentamiento ante otro grande de la época: Julio Mocoroa. El combate se llevó
a cabo el 27 de marzo en el Estadio de River Plate (era de madera y se encontraba
ubicado en la avenida Alvear y Tagle) y el mundo pugilístico estaba dividido
entre ambos boxeadores: por un lado se encontraba Suárez, muchacho humilde, de
barrio y por el otro Mocoroa, un estudiante universitario de la ciudad de La
Plata. La pelea fue a la distancia de doce capítulos en donde los dos dieron 61
kilos en la balanza y "El Torito de Mataderos" (como llamaban a
Suárez) se impuso en fallo unánime al cabo del match. Triunfo y campeón
argentino liviano.
A los 21 años conoce
a una empleada telefónica (Pilar Bravo, de quien cuentan, era muy bonita y eso
deslumbró al "Torito de Mataderos") de la ciudad de Lanús y se casa
en mayo de 1930 cuando estaba en la cumbre de su carrera. Se decía en aquella
época que mientras las buenas épocas de Justo duraban, el matrimonio fue feliz,
hasta que al año Suárez cae por primera vez en su carrera ante Billy Petrolle y
se separaron. De ahí en más comenzó caer.
Un Torito en Estados
Unidos
Realizó dos giras por
los Estados Unidos y en la primera deslumbró a todos los que fueron a verlo
arriba del ring. Realizó una serie de cinco combates y se impuso en todos. La
primer pelea la tuvo ante Joe Glick el 27 de julio de 1930 en el Yankee
Stadium, derribándolo dos veces e imponiéndose por puntos. El 12 de
agosto su víctima sería Herman Perlick en el Queensboro Stadium y
también se impuso por puntos holgadamente. Su tercer rival en la gira
fue Bruce Flowers apenas siete días después en el mismo
escenario que ante Perlick en donde se impone por la vía categórica en el
asalto número seis. Luego del combate el boxeador estadounidense diría:
"Recibí el castigo más grande de toda mi carrera".
Un mes y medio después (3 de octubre) se
cruzaría en su camino Ray Miller, "El Zurdo de Chicago", y luego que
el argentino lo hiciera ver la lona en el asalto cuatro, se impone nuevamente
por puntos. La última pelea de la gira que hizo que se ganara la admiración de
los norteamericanos fue ante Lous "Kid" Kaplan el 17 de octubre y en
el Madison Square Garden de Nueva York y Suárez se impuso por puntos tras diez
vuelta muy fácilmente.
En su regreso al país se mide ante el chileno
Estanislao Loaysa en el Estadio de River Plate. A esa pelea concurrió el
entonces Presidente de La Nación José Félix Uriburu acompañado por el Príncipe
de Gales Eduardo de Windsor. Fue victoria por KO en el tercer asalto luego que
el chileno estuviera por el piso en tres ocasiones. Un mes más tarde, por un
accidente automovilístico fatal se
frustra su revancha ante Julio Mocoroa dado que éste pierde la vida viniendo a
Buenos Aires a firmar la pelea revancha desde la Ciudad de La Plata.
Su segunda gira en
Estados Unidos
La realiza en el año
1931 y se enfrenta el 25 de junio en el Madison Square Garden ante Billy
Petrolle con 20.000 espectadores colmando el Estadio. Para ese match, Suárez
era el favorito viniendo con un invicto de setenta peleas. Pero los pronósticos
fallaron. "El Expreso de Fargo" como lo llamaban a Petrolle, le gana
por la vía del sueño en el noveno capítulo. Las crónicas de la época cuentan
que en el primer asalto, Petrolle lo derribó dos veces y que Suárez remontó el
pleito en el 2º, 3º, y 4º round. Del sexto en adelante, sería todo del local.
No solo perdió perdió su primer pelea sino que también se vió frustrada su
chance de enfrentarse a Al Singer por la corona que éste ostentaba. Para peor, a
partir de ahí entraría en declive su carrera y su vida personal.
Dos meses más tarde haría su última
presentación en un ring americano ante Emil Rossi, un boxeador de segundo nivel
terminando la pelea en empate. Ahí, su manager José Lectoure decidió suspender
la gira y regresar a la República Argentina. Al regreso cuentan que ya no era
el Justo Suárez que se había ido a la segunda gira por Estados Unidos. Su salud
se encontraba deteriorada a causa de tuberculosis por lo que se encontraba
decayendo cada día un poco más.
El Final estaba escrito
El 30 de enero de
1932 realiza un combate en el Estadio de River Plate ante Carlos Orlandi a
quien vence por KOT en el asalto inicial. Dos meses más tarde (12 de marzo) es
noqueado en el Estadio Luna Park (que todavía era un Estadio sin techar) por
Víctor Peralta en el 10º asalto.
En 1935 y luego de tres años sin subir a un
ring, vuelve para enfrenta a Juan Bautista Pathenay en el Parque Romano
((combate que se llevó a cabo el 5 de octubre). La pelea no tuvo decisión ya
que el árbitro Ramos Oromi detuvo el combate dado que su rival no quería seguir
pegándole por la mala condición que tenía "El Torito de Mataderos".
Ya en lo peor de su enfermedad viajó con
destino a Córdoba a tratarse de su afección pulmonar y en una charla con unos
periodistas que fueron especialmente a verlo les confesó: "Nunca fui del
todo feliz".
Su deceso se produjo el día miércoles 10 de
agosto de 1938, solo, sin nadie al lado suyo. Tenía apenas 29 años y murió en
la localidad cordobesa del Parque Sarmiento en una casilla. De corta vida pero
intensa, Justo Suárez se convirtió en el primer ídolo del boxeo argentino por
su simpatía y modestia abajo del ring, pero por su ferocidad, fortaleza y
guapeza dentro de el.
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