PLAZA DE MAYO

                                     


La Plaza Mayor
Como bien sabemos, la segunda y definitiva Fundación de Buenos Aires fue llevada a cabo por Juan de Garay el día 11 de junio de 1580 en el perímetro que hoy comprenden las calles Hipólito Yrigoyen, Rivadavia, Balcarce y Bolívar. En pocas palabras, en la actual Plaza de Mayo.
Pues bien. Si nos situamos en aquellos días del año mencionado, inmediatamente sabremos que la zona nombrada dista mucho de ser como la conocemos hoy en día. No existía nada alrededor, el río de la Plata llegaba hasta lo que hoy es la Casa de Gobierno, imperaba la tierra que se convertía en barro cada vez que llovía y no muy lejos de allí, pasaba algún río interior (que luego fuera tomado como límite de la Ciudad, como ser el que corría a desembocar al río de la Plata, por lo que hoy es la calle Chile).
                                                                    
El Capitán General Juan de Garay establece, por orden del Adelantado Juan de Torres de Vera y Aragón, la Ciudad de la Trinidad en el Puerto de Santa María de los Buenos Aires de la provincia de Nueva Vizcaya, hasta el 16 de diciembre de 1617 que por Cédula Real se crea la Gobernación del Río de la Plata y Buenos Aires pasa a ocupar el lugar de Ciudad principal. Hasta ese momento dependía de la gobernación del Río de la Plata y del Paraguay.                                                                                      
                                                                                                        
         
Pero volvamos a ese 11 de junio de 1580. Ese día, Garay mandó a fundar la Plaza pública que fue, en ese momento, dividida en dos: una de esas partes comprendia el radio de las calles actuales Rivadavia, Defensa (vereda este), Hipólito Yrigoyen y Balcarce, mientras que la otra parte de la llamada Plaza Mayor estaba delimitada por el perímetro comprendido por Bolívar, Hipólito Yrigoyen, Rivadavia y la vereda oeste de la calle Defensa.
Una de esas mitades de la Plaza Mayor (mencionada en primer término) fue cedida por Garay a Torres de Vera y Aragón para que construya su propiedad ahí, pero éste, jamás lo hizo por lo que ese terreno quedó, hasta el año 1607, en estado de total abandono. Fue para esa fecha que los Jesuitas tomaron poseción de un lugar, a cien metros de la segunda mitad, y levantaron en él unos ranchos y una pequeña capilla dando origen así, al Templo de San Ignacio.
Pasados doce años, el heredero del Adelantado, Juan Alonzo de Vera y Zárate, mandó constriur una casa en el predio que había quedado abandonado y en el año 1634 se la vendió a un hombre llamado Pedro de Rojas y Acevedo, quien en 1645 fallece y su viuda dona dicha casa a los Jesuitas. Éstos, a su vez, quedaron como dueños de la manzana cuatro años más tarde cuando los herederos de Vera y Zárate les cedieron legalmente los derechos de la propiedad.
Los Padres Jesuitas tuvieron en su poder estos terrenos hasta el año 1661 cuando el Gobernador, don Alonso Mercado y Villacorta, decidió comprárselos ya que sus edificaciones obstruían el campo de tiro de la Fortaleza y estaban viciadas de toda fealdad.

La Plaza Grande y La Plaza del Fuerte

Don Francisco Álvarez Campana, un adinerado hombre de la Ciudad, le había propuesto al Virrey Cevallos en 1763, construir un recova en la Plaza Mayor que la dividiera en dos. La construcción se haría por su cuenta y dicha recova estaría destinada a comercios que se encargarían de la venta de carnes, verduras, pescados y otros rubros.
No fue sino hasta el año 1803, ya bajo la gobernación del Virrey Del Pino, que se empezaron a realizar los trabajos de construcción para la nueva división de la Plaza, que constaba de dos cuerpos y estaba separada por un callejón, uniéndose más tarde, por un arco central. Los planos de la obra fueron confeccionados por el Maestro Mayor de Reales Obras, Agustín Conde y dirigidas por el Maestro Mayor de la Ciudad, Juan Bautista Segismundo.
Quedaba as, dividida la Plaza en dos terrenos de iguales proporciones: la parte más próxima al Cabildo, fue denominada con el nombre de "Plaza Grande", que, luego de la victoria y reconquista de la Ciudad durante las Invasiones inglesas, pasó a llamarse "Plaza de La Victoria". Por su parte, la mitad del terreno más cercana a la Casa de Gobierno fue llamada de cuatro maneras diferentes según fueron pasando los años: primero se llamó "Plaza del Fuerte", luego se le dio el nombre de "Plaza de Armas", más tarde se la denominó "Plaza del Mercado" y por último, "Plaza 25 de Mayo".

Problemas Financieros y Remates
Eran tiempos duros en cuanto a lo económico para el año 1835, por lo que se decidió sacar a remate público varias propiedades que estaban en manos del Estado. Una de esas propiedades que estaba a la venta, era la Vieja Recova.
La subasta se realizó el día 27 de octubre de 1835 y la mejor oferta fue ofrecida por un hombre llamado Manuel Murrieta, pero que no fue aceptada por lo que la venta se pospuso hasta el día 29 de septiembre de 1836, cuando se decidió venderla en forma particular y el comprador fue Tomás de Anchorena.
La familia Anchorena tuvo posesión de la Vieja Recova hasta el año 1883, cuando la Municipalidad se la expropió y luego, un año más tarde, por orden de Torcuato de Alvear (Intendente de la Ciudad) fue demolida. 

La Plaza de Mayo
Finalmente, a partir del 17 de mayo de 1884 la plaza quedó unida en una sola bajo el nombre actual de "Plaza de Mayo". Una de las modificaciones que se le hizo, fue el traslado de la Pirámide (en 1912) que, en ese momento se encontraba en el medio de la Plaza y fue trasladada al lugar en el cual todavía perdura.
Otras modificaciónes "sufridas," fueron el reemplazo de los llamados "poyitos" (bancos hechos de ladrillos y que fueron cambiados por otros de mármol) y la plantación de palmeras en lugar de los tradicionales "Paraísos".
Un decreto del 22 de enero de 1870  nombra una comisión, la cual estaba integrada por Bartolomé Mitre, Enrique Mrtínez y Manuel José Guerrico, a la que se le encarga levantar un monumento al General Manuel Belgrano. Ésta, a su vez, le encomienda al escultor francés Carrier-Belleuse que se encargue de realizar la obra en memoria del prócer.
Tres años más tarde (24 de septiembre de 1873) Domingo Faustino Sarmiento, entonces Presidente de la Nación, inauguró dicha estatua que actualmente se encuentra frente a la Casa Rosada.


La Plaza, Lugar Histórico
La Comisión Nacional de Monumentos Históricos, colocó el 25 de mayo de 1941 una placa de bronce con la siguiente leyenda: "En esta Plaza Histórica, el fundador Juan de Garay, plantó el símbolo de la Justicia el 11 de junio de 1580. La Plaza Mayor fue desde entonces, el centro de la vida ciudadana donde el pueblo celebró sus actos más solemnes como sus fiestas y expansiones colectivas. La Reconquista y la Defensa de la Ciudad de 1806 y 1807 culminaron en la Plaza Mayor que se denominó ´Plaza de La Victoria´. En 1810 fue el glorioso escenario de la Revolución de Mayo y en 1811 levantóse en ella la Pirámide conmemorativa de la fecha patria; hechos trascendentales de la Historia Argentina se sucedieron en la Plaza de La Victoria. Aquí el pueblo de Buenos Aires juró la Independencia de la Patria el 13 de septiembre de 1816 y la Constitución Nacional el 21 de octubre de 1860".
El 9 de junio de 1942, la Plaza de Mayo fue declarada Lugar Histórico por Decreto número 122.096.

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