EL TANGO Y LOS BARES


Hay muchos bares en la Ciudad de Buenos Aires. Pero hay algunos que vienen de larga data y con historia. Otros, lamentablemente para los que tenemos alguna melancolía de ciertas costumbres porteñas que reinaban en la Capital Federal, ya no existen y sus historias quedaron grabadas en la memoria de algún parroquiano que los frecuentaba.
Investigando sobre el origen del tango y las tanguerías desemboqué en que sus orígenes tienen el punto de partida allá en Corrales. Hoy, barrio de Parque de Los Patricios. Aunque no lo firmo en su totalidad debido a que siempre puede haber otra pista que lleve a otro lugar.
Ahora bien. Si bien el tango era tocado en sus comienzos en forma clandestina, a medida que fue tomando aceptación popular (mucho tuvo que ver la interpretación del Tango Independencia en plena Avenida de Mayo durante los festejos del Centenario Patrio, en donde una de las oyentes fue ni más ni menos que la Infanta Isabel) este nuevo género empezó ver la luz en los bares porteños. Allí empezaron a tomar contacto entre sí hombres que al cabo de años impusieron sus nombres en el libro de la historia grande de la danza popular porteña.
A continuación voy a enumerar, y no de manera cronológica, algunas historias que hicieron marchar de la mano a los bares con el tango:
-Bar Gigí: estaba ubicado en Av. Corrientes y Azcuénaga y no son pocos los que afirman que ahí se conocieron y forjaron amistad el bailarín José Bianquet y Carlos Gardel.
-El Tropezón: Se situaba en la avenida Callao y Sarmiento. No era uno más. Allí se reunían figuras de la noche porteña. El propio Edmundo Rivero lo inmortaliza en el tango de Medina "Pucherito de Gallina".
-Café de Los Angelitos: Su verdadero nombre era "Café Rivadavia" debido a que se encontraba (y se encuentra, aunque remodelado a partir del año 2004) en la esquina de avenida Rivadavia y Rincón. Abrió sus puertas en 1890 de la mano del comerciante italiano Bautista Fazio quien trabajó en él hasta el año 1919, cuando cambió de manos y pasó a ser del español Ángel Salgueiro. El nombre de "Angelitos" se da a que, debido a la junta que había ahí por las noches, la policía decía que iba a ver como estaban las cosas en el café "de los angelitos" (irónicamente llamando así a los malevos parroquianos). Y ya que de parroquianos hablamos, uno asiduo era el mismísimo Zorzal Criollo. Claro que también lo frecuentaron Gabino Ezeiza e Higinio Cazón, quienes son nombrados en el tango "Café de Los Angelitos".
-Café Gariboto: Allí supieron ir Francisco Canaro y Vicente Greco por nombrar sólo a algunos. Este bar fue objeto de unos versos que Enrique Cadícamo le dedicó en "Poemas del Bajo Fondo". Se situaba en la esquina de Pueryrredón y San Luis.
La lista sigue. Faltan algunos bares que supieron albergar al tango y sus autores. Vendrán en otra crónica que ya publicaré.

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